miércoles, 23 de julio de 2008

EMPIEZA LA CARRERA DEL E-COMMERCE.

TOMADO DE MARTES FINANCIERO
Un Canal, buena infraestructura física, estabilidad macroeconómica, y una posición geográfica envidiable. Con estas ventajas cualquiera podría pensar que Panamá lo tiene todo para ser un icono regional en lo que respecta a comercio electrónico. Sin embargo hablar de e-commerce (comercio electrónico) en el país es como salir de excursionistas hacia un sendero poco explorado. No hay estadísticas que indiquen qué tantos negocios hacen las empresas entre sí vía online, y mucho menos cuánto compran los panameños en línea.


Tampoco se conoce el alcance de las transacciones que hacen las empresas con el Estado vía electrónica, porque el país apenas empieza en la carrera de lo “e”. Recién hace dos semanas se aprobó el nuevo marco legal que regula el ejercicio del comercio a través de medios electrónicos, y que da validez jurídica a las firmas electrónicas, define el régimen de certificación de estas firmas y el de registro de los prestadores de servicios de certificación, así como las sanciones y multas que se aplicarán en caso de violación de esas reglas.Marcos Gateño, empresario y uno de los promotores de esta legislación en el ala privada, estima que la ley será un impulsor “fuerte” para que este tema tome vuelo. Se espera que a finales de este año, 75 pequeñas y medianas empresas (Pymes) que participan en un programa auspiciado por la Cámara de Comercio Industrias y Agricultura de Panamá y el Banco Interamericano de Desarrollo puedan hacer B2B (comercio electrónico entre empresas).


El proyecto ha implicado la inversión de un millón de dólares, entre otras cosas, para la aplicación de un manual de mejores prácticas y formatos estándares con el fin de que exista un lenguaje común que se utilice para intercambiar documentos.Las empresas que participan en el proyecto tendrán a su disposición una “caja de herramientas” compuesta por un conjunto de plantillas de documentos comerciales reconocidos mundialmente. Esto implicará, según Gateño, un importante logro, ya que se ha detectado que las Pymes son proveedores “naturales” de grandes compañías. “Con la implementación de las nuevas herramientas los pequeños empresarios podrán hacer negocios de forma ágil, moderna y lograr competitividad”, dice Gateño.


Esto activará el negocio en varios frentes, pues aunque las corporaciones tienen la capacidad financiera y la disposición para hacer inversiones a través de internet, en algunas ocasiones han estado maniatadas porque sus socios estratégicos están a años luz en la digitalización de sus procesos.Además, el programa incluye la creación del Centro de Certificación Digital de Panamá que emitirá documentos de identificación personal para ser usados en mensajes de correo electrónico en general.El rezago del e-commerce panameño es preocupante. En el país la mayoría de las empresas tiene una página web, pero no digitaliza sus procesos de compra, solicitudes, pago y envío de mercancías o servicios. “Se han realizado implementaciones aisladas por parte de un grupo de empresas, pero al final del día se han tenido que ir al papel porque, entre otras cosas, no existía el soporte legal”, dice Gateño.


El empresario reconoce que el comercio electrónico en Panamá “es incipiente”, en parte porque el país se saltó la tradición anglosajona de la venta por correspondencia. Sin embargo, esto no es un elemento contundente para que esta no sea una tierra de oportunidades para el desarrollo del comercio vía web.El peso de la “E”La importancia de desarrollar el comercio electrónico va más de las>> >> millonarias compras de artículos por internet. Aunque el negocio B2C (transacciones de comercio a usuarios) sumó en América Latina 4 mil 300 millones de dólares en 2005 y se estima que crecerá al 40% anual hasta 2010, este es apenas un componente de lo que encierra el e-commerce.Manuel José Paredes, viceministro de Comercio Interior, centra la importancia del e-commerce en la competitividad del país.


“Imagínate que el Presidente pueda firmar todos los nombramientos digitalmente... Cuánto nos ahorraríamos”, recrea Paredes.El desarrollo de esta actividad trae consigo un efecto multiplicador con el que las empresas ahorran tiempo y dinero. Primero porque todos los procesos se vuelven más expeditos, y segundo porque los recursos humanos y materiales que eran utilizados en tareas manuales se reenfocan en factores que mejoran directamente la productividad.El funcionario asegura que ellos empezarán a dar el ejemplo. Hoy, dice, existen las herramientas: la ley, el Estado se está modernizando y las empresas están dispuestas a hacer comercio por la red.En el ámbito gubernamental se han logrado avances, pero “Panamá Compras es un ejemplo reducido de e-commerce, porque aunque el Estado publica las licitaciones por internet aún no reciben las ofertas por esta vía.


Entendemos que se trabaja en esta segunda etapa”, dice Gateño.Igual pasa con PanamaEmprende, que aunque permite que las personas puedan abrir su empresa de manera electrónica, sin necesidad de filas, trámites y costos adicionales, todavía exige de ciertos registros manuales.La visión según Paredes es que las empresas puedan hacer negocios 100% electrónicamente con el Estados y con sus pares.Pero para que esto sea realidad, habrá que trabajar en varios frentes, pues al igual que en algunos países de la región existen factores estructurales responsables de que el crecimiento o existencia del comercio electrónico no haya sido el esperado.Factores por vencer Panamá reúne las condiciones apropiadas para desarrollar comercio digital, según Francisco Hernández de WSI, una de las consultoras de marketing por internet más grandes del mundo que desde hace cuatro años se encuentra en el país.Existe infraestructura básica de telecomunicaciones que facilita el acceso a banda ancha, un mercado de telecomunicaciones abierto y un centro bancario muy competitivo y una ley especial de call centers.


Pero a pesar de la difusión y el progresivo abaratamiento de los costos de los equipos en años recientes, aún para muchos sigue siendo difícil el acceso a la comunicación cibernética. Se habla de una penetración de internet de 9.5%, cuando en otros países como Chile, el país con la cifra más alta de la región, está por encima del 40%, según varios estudios. En Argentina se sitúa entre el 35% y el 40%, mientras que en Brasil y México es de entre el 18% y 21% respectivamente.Aunado a la penetración de internet, otros elementos como la profundización de productos y servicios online, reducción del temor de los usuarios a ser víctimas de fraude y la masificación de los medios de pagos electrónicos, se convierten en barreras al comercio electrónico. Hernández piensa que en Panamá aún no hay cultura para hacer negocios en la web. “Hemos tenido que recomendar a muchos de nuestros clientes aguantar sus planes de negocios”.


Uno de los principales problemas era la falta de una ley especializada con la aprobación de la firma electrónica. “Ahora saltamos esa barrera y quedan por derribar las que existen en el mercado financiero”, dice Hernández.A su juicio, en general, las entidades financieras ponen muchas trabas para hacer transacciones en línea. “Entendemos que los bancos deben protegerse del lavado de dinero, pero no en detrimento del desarrollo de la pequeña empresa”, afirma.Como consultor, Hernández se ha encontrado con condiciones inalcanzables para que los pequeños empresarios puedan recibir sus pagos vía electrónica. Señala, por ejemplo, que algunas entidades crediticias piden el manejo de transacciones por arriba de 20 mil dólares, y cobran comisiones “muy altas”.“Además, algunos bancos incluso tienen restricciones para vender artesanías. Esto significa que si un artesano local vende sombreros, no puede recibir el pago de su producto electrónicamente”.


A diferencia de lo que pasa en Panamá, los productores peruanos han sabido sacarle provecho a la internet vendiendo sus ponchos alrededor del mundo a través de un sistema de comercialización completamente electrónico: reciben los pedidos en línea, compran los materiales a sus proveedores por esta vía y cobran y pagan por este mismo medio. “Estoy convencido de que la ley funcionará”, pero el sistema bancario tendrá que hacer ajustes para que las pequeñas empresas puedan sacar ventaja con transacciones electrónicas.Se calcula que cerca del 40% de la población de América Latina tiene menos de 20 años, lo que significa que se está incubando un profundo poder de compra online. “Hace 15 años un niño empezaba a tener conciencia del mundo de internet, y hoy es todo un experto. Estos son las personas que en cinco años estarán activas económicamente.


Trabajando, comprando y haciendo negocios”, dice al respecto Hernández.Para tener una idea del impacto de esta dinámica, en Estados Unidos las ventas individuales por este mecanismo rondaron a junio de este año los 146 mil millones de dólares, 14.3% por encima de lo reportado en 2007, según eMarketer.La consultora que realiza análisis e investigaciones del mercado digital utilizando cerca 2 mil 800 fuentes, entre esas el Departamento de Comercio de Estados Unidos, estima que para 2012 la tendencia seguirá siendo al alza. Marcos Galperín, fundador de MercadoLibre, dijo a la revista América Economía que el comercio electrónico aún es muy incipiente en la región, pero esto en vez de convertirse en una barrera ha sido una oportunidad para algunas empresas.


MercadoLibre facturó 85 millones de dólares en 2007, un 63% más que el año anterior, lo cual le generó ganancias por 9.4 millones de dólares. En Panamá hay bancos, supermercados y empresas en la Zona Libre de Colón que en alguna medida hacen e-commerce, pero el de-sarrollo en Panamá es tan reciente, que el director académico asociado de la Fundación Ciudad del Saber, Guillermo Castro, informó que en ese complejo de investigación y estudio caracterizado por la innovación, no existe oferta académica alguna relacionada con este tema.Según estudiosos del tema, como el español Manuel Castell, la nueva economía no está fundamentada en las empresas que hacen internet, y tampoco en las empresas electrónicas, sino en las compañías que funcionan con y a través de internet.


Un mercado en crecimientoUn estudio elaborado por AmericaEconomia Intelligence y presentado por Visa América Latina y el Caribe reveló que el comercio electrónico en la región creció 40% durante 2007, alcanzando 10 mil 900 millones de dólares. El estudio, realizado en 17 países, concluyó que a pesar de este crecimiento, el canal no ha alcanzado un estado de madurez en América Latina y el Caribe, el cual solamente representa el 0.32% del producto interno bruto (PIB) de la región.En mercados maduros como el de Estados Unidos, el comercio electrónico constituye un 0.98% del PIB del país.


El informe señala que Chile mostró un salto de 183% entre 2005 y 2007, solo superado por Venezuela, que experimentó un crecimiento de 224%. En tanto, México se posiciona como el tercer país de Latinoamérica en crecimiento del comercio electrónico, con un alza de 143%, y en cuarto lugar Brasil con un 116%.Brasil es el mayor actor regional en este canal de comercio, con cerca del 45% del total del dinero gastado en consumo electrónico de la región.Se espera que para 2008 la cifra supere los 16 mil millones, en tanto que para el año 2010 se espera que se ubique cerca de los 30 mil millones.Garantizan negocio con proveedoresGrupo Rey ha implementado una plataforma o sistema para hacer sus órdenes de pedido de forma electrónica.


En estos momentos el Grupo establece, junto a la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, qué proveedores cuentan con el recurso tecnológico necesario para implementar la herramienta El sistema ya está listo para iniciar operaciones, pero se hacen los ajustes finales.• Cada supermercado cuenta con el sistema que se encarga de emitir órdenes de pedido, siguiendo los parámetros de rotación y tiempos de entrega de su respectivo mercado. • Las órdenes son enviadas a los proveedores para que preparen los despachos de los pedidos a los respectivos puntos de venta.


• El proveedor despacha el pedido al punto de venta y se les entrega un "invoice ticket", documento que indica la cantidad de producto recibido y el valor. • Las cantidades entregadas deben coincidir con el pedido, igualmente los valores de éstos.• Este “invoice ticket” también puede ser enviado por correo electrónico a los proveedores en el caso que ellos lo requieran.• Con este documento el proveedor puede hacer sus estados de cuenta para presentar al grupo.• La herramienta garantiza la disponibilidad de productos frescos y permite ofrecer un surtido más amplio.A juicio de Roberto Maduro, gerente de Mercadeo y Asuntos Corporativos de Grupo Rey, las empresas locales deben tener como meta la implementación de este tipo de sistemas, para lograr un ahorro sustancial en recursos y, lo más importante, “ofrecer mejores servicios y productos a sus clientes”.Gracias a la implementación total de este sistema, dice Maduro, lograrán la automatización de los pedidos, ahorrando tiempo y recursos, tanto en la empresa como de los proveedores. Esta plataforma permitirá tener los pedidos, que antes necesitaban tres días, en una mañana. Además podrán generar reportes de ventas y rotación de productos, por categoría, por mercado, y medir la eficiencia en la entrega de pedidos por parte de los proveedores.